Alimentación consciente para niños
¿Qué es la alimentación consciente?
La alimentación consciente o mindful eating es una disciplina basada en el Mindfulness o ‘conciencia plena’. Proviene de la filosofía budista, y consiste en prestar atención, momento a momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y a nuestro entorno aceptándolos sin juzgarlos. De esta forma, el cerebro adquiere la habilidad de centrarse en el presente, dejando a un lado todos esos pensamientos, sensaciones y mociones que pasan por nuestra mente no nos afecten si las dejamos libres. Se trata de dejar de preocuparnos por el pasado o el futuro, y eliminar con la práctica habitual, los pensamientos repetitivos o recurrentes que nos bloquean.
Para conseguir vivir atentos primero debemos ser conscientes de lo que pasa por nuestra mente y nuestro cuerpo. Después, intentar gestionar todo el ruido mental que nos acompaña en nuestra rutina diaria.
Se puede aplicar el mindfulness a la alimentación, lo que se conoce como Mindful Eating. Consiste en poner atención plena en el acto de comer, a la hora de escoger, cocinar y comer los alimentos. Pero también es poner atención en cómo los comemos, qué emociones nos despiertan y qué necesidades subyacen detrás de ciertas conductas asociadas a la alimentación.
La práctica del Mindfulness y Mindful Eating ayuda a hacer elecciones más conscientes e intuitivas en torno a la alimentación. Se hace desde la libertad y la responsabilidad, y no desde la imposición externa. Se utilizan todos los sentidos para escoger alimentos que sean tanto nutritivos como placenteros. Y se aprende a ser conscientes del hambre física y de las señales de saciedad para guiar las decisiones de cuando comenzar y parar de comer.
Así, comer se convierte en una meditación activa en la que sólo importa lo que estamos haciendo, y lo demás, todo lo que acontece a nuestro alrededor deja de existir en el momento que estamos comiendo.
Comer conscientes y tranquilos significa comer con la emoción y en el ambiente adecuados
Sería ideal si siempre comiéramos en el mismo sitio, escuchando una música relajante y con dos horas por delante, pero la realidad es que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos comer se convierte en una «trámite» sin importancia, realizado por costumbre o norma, y que hacemos «deprisa y corriendo», y casi siempre pensando en lo que haremos después, hablando por el móvil, viendo la tele o teniendo conversaciones sobre temas que nos preocupan o nos desaniman.
Comer sano no sólo es tomar alimentos saludables, también significa comer esos alimentos con la emoción adecuada. ¿Cuántas veces comemos enfadados, preocupados, o tristes?¿Cuántas veces comemos por aburrimiento o por soledad?
Y como cualquier hábito, el de comer atento y viviendo el momento presente, apagando el ruido exterior y desconectando de todas nuestras obligaciones, también se aprende, y es muy importante transmitirle a nuestros hijos que el momento de comer es sólo para eso, para comer, no para ver o hablar por el móvil, ni la tele, ni el ordenador.
Lamentable, es tan alto e intenso el ritmo que llevamos cada día, que no nos paramos a analizar en qué condiciones comen nuestros hijos diariamente.
Educar a nuestros hijos en la alimentación consciente les ayudará a convertir el momento de comer en tiempo para descansar y reflexionar
Se ha normalizado la idea de que si un niño no come hay que ponerle el clan o el you tube para que no se aburra, porque si se aburre llora y perdemos tiempo…y realmente no tenemos tiempo. Sin embargo, no somos conscientes de que este tiempo que dedicamos a enseñar a nuestros hijos a comer atentos es mucho más importante que aprendan inglés o matemáticas. El caso es criar hijos superproductivos que comen porque toca y lo más rapidito posible que tenemos que irnos a natación o catequesis.
Si reflexionáramos sobre esta idea, y cambiáramos nuestras prioridades, nuestra autopercepción sobre el tiempo que destinamos a comer o la forma en la que lo hacemos cambiaría.. Y es que COMER NO ES UNA TAREA, ES EL MOMENTO DE DESCANSO DE NUESTRO CUERPO Y NUESTRA MENTE y primero debemos aprenderlo nosotros como padres para ser el ejemplo de nuestros hijos. El momento de comer en familia debe convertirse en un momento de reunión, de conversar, de compartir, de tranquilidad, cada comida es una PAUSA para recargarnos de energía.
Educar a nuestros hijos en COMER CONSCIENTES les permitirá en un futuro aprender a PARAR, para observar cómo se sienten cada vez que comen, saboreando y agradeciendo cada alimento que toman,. También les enseñarán a elegir cuando realmente tienen hambre, y no cuando ven a sus amigos comer alimentos no saludables.
Herramienta de alimentación consciente para niños
A continuación os propongo un ejercicio de Alimentación consciente que puedes utilizar con vuestros hijos en casa. Se trata de un juego muy divertido que aumenta su interés y atención cuando están comiendo:
- Antes de ponerle la comida en la mesa y sin que sepan lo que has cocinado o preparado, les pedimos que cierren los ojos y se los tapamos con un pañuelo suave, explicándoles que vamos a jugar a adivinar qué alimento hay en el plato.
- Ponemos el plato con los alimentos en la mesa, y les pedimos que primero lo huelan y que nos digan a qué huele y cómo se sienten al olerlo, y les preguntamos a qué les recuerda. Es impresionante escuchar todos los pensamientos que se asocian en sus cabecitas al oler un alimento. Desarrollamos de esta forma su capacidad creativa y su concentración.
- Les pedimos que lo toquen…..¡sí, que lo toquen!…es importante que lo toquen, por eso intentaremos utilizar para el juego alimentos sólidos, y les preguntaremos lo mismo, qué sienten y a qué les recuerda. En este paso también les preguntamos de qué color creen que podría ser y por qué. ¡Les encanta tocar e imaginarse qué será, y se ríen mucho!.
- Ahora les pedimos que se lo lleven a la boca y les preguntamos qué textura tiene, qué les hace sentir, a qué les recuerda, qué alimento creen que es, de qué color puede ser. es el momento de decidir que alimento tienen en el plato. Les preguntamos…»después de haberlo olido, tocado y probado, ¿qué alimentos crees que hay en el plato, te recuerda a… y te hace sentir…? Cuando tengas la respuesta les quitas el pañuelo de los ojos y ….tachán…por fin saben que estaban comiendo.
- Por último, vamos a analizar con ellos el alimento del plato, volvemos a preguntar de qué color es, les hacemos olerlo, tocarlo, comerlo y saborearlo de nuevo, ahora con los ojos abiertos, reflexionamos juntos, sobre cómo se sienten, y que recuerdos tienen de ese alimento con los ojos abiertos.
La importancia de aprender jugando
Este ejercicio tan sencillo, les divierte mucho y aprenden que comer puede convertirse en un juego muy divertido. Podemos integrar este ejercicio en nuestra rutina diaria o dedicar un día de la semana a realizarlo. Con la práctica sin darse cuenta empezaran a oler, saborear, tocar y mirar los alimentos de una forma consciente, y a comer de una forma relajada y atenta
También les ayuda a elegir alimentos sanos, con colores vivos, que huelan bien y tengan un textura agradable.
Mediante esta herramienta tus hijos olvidarán la idea de que el momento
de comer es obligatorio o aburrido, y lo más importante…aprenderán que «CON
LA COMIDA SI SE JUEGA» .
Bibliografía
Puddicombe. “La dieta Mindfulness”. 1ª Ed. Madrid: EDAF; 2014.
Moreno. A. “Comer con Mindeating”. 1ª Ed. Madrid: Ediciones Obelisco;2017.

Autor: Raquel Montes, Dietista-Nutricionista (Nº Col: CLM00157)
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