El papel de los abuelos en la alimentación de los nietos

El papel de los abuelos en la alimentación de los nietos

¿La alimentación es solo cosa de los padres?
¿Cuál es el papel de los abuelos en la alimentación de los nietos?
El mejor regalo de ser abuelos en la mayoría de los casos es que las cosas no dependen de ellos. Las decisiones las deben tomar los padres. Ellos eligen escuela, alimentación, actividades…

Es trabajo y responsabilidad de los padres tomar este tipo de decisiones pero animo también a los abuelos a preocuparse de que sus nietos adquieran unos hábitos saludables para crecer sanos y prevenir el desarrollo de una serie de patologías que se manifiestan en la edad adulta.

Sí que es verdad que el papel de los abuelos en la alimentación de los nietos es importante ya que tienen una gran influencia en la formación de los hábitos de sus nietos y juegan un significativo papel en las costumbres alimentarias que sus nietos adquieren.

LA ALIMENTACIÓN DE LOS ABUELOS

Además de el papel de los abuelos en la alimentación de los nietos, los abuelos tienen también otro papel importante para promover nuestro tesoro cultural.
El mejor alimento es un plato gastronómicamente bien preparado, consumido en un
lugar agradable y en buena compañía, porque cocinar es amar. Seguramente os venga a la cabeza aquel plato que solo vuestra abuela sabía hacer especial y que si lo comieras ahora te transportaría a aquella cocina, comedor o patio lleno de recuerdos.

Si analizamos el patrón alimentario de la gente mayor observamos que hay una mayor frecuencia de consumo de frutas, verduras y de alimentos frescos y una menor frecuencia de consumo de productos procesados comparado con el patrón alimentario de muchos jóvenes.

Por lo tanto si el patrón alimentario de los abuelos es un ejemplo a seguir ¿Qué sucede? ¿Cuál es el problema? ¿Comen los nietos lo mismo que los abuelos? ¿Por qué no? ¿Podría ser por alguna de estas cuestiones?

  • Adultos y niños tienen necesidades nutricionales diferentes.
  • Los niños tienen más necesidades de azúcar.
  • Los niños necesitan consumir productos especiales.
  • Es mejor escoger para los niños productos enriquecidos con vitaminas y
    minerales.

¿Cuánto crees que hay de cierto en estas afirmaciones?

Como profesional de la nutrición puedo asegurar que ninguna de las afirmaciones anteriores es cierta, y añado, que un producto que no es beneficioso para nosotros, para los niños tampoco. Al igual que si un producto es bueno para un adulto, lo es para un niño. Por lo tanto abuelos y niños pueden y deben comer lo mismo.

Y aquí podríamos hablar del papel de los abuelos, ¿Su función es malcriar y consentir
caprichos a los nietos?

Este sería un gran debate, pero como comenta el pedagogo Xavier Ureta, los abuelos educan según las pautas de educación que recibieron de pequeños, los que tienen más de 70 años acostumbran a mantener un principio de autoridad (moral, más de poder), mientras que los de 50-60 años acostumbran a ser más permisivos y a veces pierden la autoridad moral y han de imponerse a través del chantaje emocional.

FALSAS CREENCIAS

Esto me da pie a hablar sobre algunas creencias referentes a la alimentación infantil.
¿Os suena alguna de estas afirmaciones?

  • Un niño con más peso es un niño más sano o estar delgado es que el niño come muy poco.
    Cuantas veces has escuchado a tu abuela diciendo: ¿Quieres más? ¿Quieres repetir? Me gustaría hacer hincapié que es muy importante respetar el apetito del niño, su sensación de saciedad y no forzar a comer. Además, debemos saber que el tamaño del estómago de un niño es una tercera parte del de un adulto. Por lo tanto, la cantidad que necesita un niño para saciarse es más pequeña.
  • Siempre se ha comido así y no ha pasado nada.
    Es recomendable que aunque con sus hijos hayan seguido pautas distintas, los abuelos conozcan y apliquen los nuevos criterios de nutrición.
  • Pobrecitos es que la verdura no les gusta y ya la comen un día a la semana.
    Pobrecitos… ¿Porque se utiliza este concepto? Podría ser porque vemos que los niños no disfrutan comiéndolo y debemos insistir para que lo coman. ¿Te has preguntado porque a la mayoría de niños no les gusta? ¿Crees que el hecho de consumir con más frecuencia productos procesados puede tener alguna relación? Te comento, a rasgos generales los productos procesados influyen en nuestro paladar, nos hemos habituado a su consumo, a esos sabores tan dulces, salados, grasientos, tan manipulados… Por lo tanto el rechazo a las verduras se entiende porque su sabor es más amargo y menos aceptado por el paladar de los niños el cual esta alterado. Para que los niños les gusten las verduras es cuestión de educar su paladar y esto solo se puede hacer ofreciendo con mayor frecuencia alimentos saludables y reducir el consumo de procesados, dos acciones indispensables son la paciencia y la constancia. Os animo a que lo probéis y veréis que cuando una cosa se come ocasionalmente se disfruta más de su sabor.
  • Es que esto no le gusta al niño.
    Como adultos tenemos prejuicios y solemos poner etiquetas a los niños. Generalizamos que a los niños no les gusta la verdura o el pescado. Y referente a este tema, más de una vez en consulta las mamas comentan lo sorprendidas que están de ver que sus hijos prueban platos que se pensaban que no los querían ni ver. Por lo tanto, confiemos en ellos ya que son capaces de cambiar sus hábitos alimentarios.
  • Por un día no pasa nada.
    ¿Realmente es solo un día. Para abordar este tema quería hablar del ambiente obesogénico, este nos condiciona, ya que percibimos la constante exposición de productos procesados, nos bombardea por todas partes desde anuncios publicitarios, el aumento de desayunos y meriendas llenas de procesados que traen los niños a los colegios, las fiestas de cumpleaños, los menús infantiles de los restaurantes…

EL ENTORNO

Los niños reciben influencias de todo el mundo padres, abuelos, vecinos, amigos, desconocidos… Todos estos factores influyen en la alimentación del niño.

Si tenemos en cuenta épocas como por ejemplo verano, donde a parte de la influencia del ambiente obesogénico se añade el hecho de no tener unas rutinas, unos horarios, de tener más vida social… Debemos cuidar aún más la alimentación, ya que no es solo un día.

REMAR EN LA MISMA DIRECCIÓN

Valorando todos los aspectos mencionados anteriormente, creo en la importancia que padres y abuelos conversen sobre el tema de la alimentación para que hay congruencia en los criterios a seguir. Es importante remar en una misma dirección y llegar acuerdos, para no desorientar a los niños.

Por ejemplo, si una madre comenta a su hijo que no tire comida al suelo y luego el niño la tira y el abuelo le ríe la gracia, en este caso el abuelo potencia el mensaje contrario.

La llave está en la comunicación expresar lo que necesitamos y sentimos.

Como madre y nutricionista este tema sale a menudo en conversaciones con
compañeras del sector y a veces nos sentimos que remamos contra la marea, vemos que se ha normalizado un tipo de alimentación que no es saludable y que no cumple con los patrones y recomendaciones de las guías de alimentación actuales. Tenemos la sensación de que los que miramos por la salud de los nuestros somos los raros, radicales, poco flexibles. ¿Somos las malas de la película?

¿El bueno es el que le da azúcar y bollería sin medida que son alimentos asociados a patologías futuras como la obesidad, diabetes, hipertensión….?

CONCLUSIÓN

Alguien se ha cuestionado ¿Para qué lo hacemos?, ¿para qué un padre o madre prefiere dar a sus hijos fruta en lugar de galletas para merendar? Creéis que es: para chincharles, para fastidiar, para tener una batallita…

¿O para que estén sanos, para que tengan más energía, para que crezcan de manera
óptima y para que adquieran hábitos saludables?.

Sabemos que no es fácil, ya que implica más trabajo, más dedicación e incluso aumenta
la aparición de conflictos, pero debemos educar, que no es sinónimo de darles siempre
lo que quieren o les apetece. Y aquí es muy importante también el papel de los abuelos en la alimentación de los nietos.

Como padres y abuelos os animo a estar informados para saber qué es lo mejor para
vuestros hijos y nietos. Y a trabajar en equipo, para que los niños de ahora sean el día de mañana adultos sanos.


Autor: Agnes Moretones, Dietista-Nutricionista (CODINUCAT 000067)
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